martes, 9 de abril de 2013

LOS DERECHOS HUMANOS.


¿Qué decimos cuando decimos “derechos humanos”? Estuve tentado de compartir una info que me envió un amigo, porque el diseño está muy bueno, pero cuando la escuché con atención, encontré un par de variantes que no son precisamente en defensa de los derechos universales, sustento básico del día que hoy se celebra. Hay mucha defensa de la propiedad privada. Y eso me dio qué pensar. Es muy difícil defender la propiedad privada cuando hay tanta gente privada de la propiedad. ¡Y NO SOY ZURDO!
Trescientos años atrás (te la hago fácil, en 1712) nació Jean-Jacques Rousseau, el gran escritor, filósofo y músico franco-helvético. Si bien suelen usarse unidas en una suerte de nueva frase, vaya a saberse parida por qué autor de resúmenes para colegios y facultades, sus dos frases más célebres, están contenidas en sendos libros. En El contrato social, dice: «El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado»; en Emilio, o De la educación, está la otra: «El hombre es bueno por naturaleza». Si bien Rousseau no llegó a vivir la revolución Francesa (1789) ya que murió en 1778, sus ideas influyeron mucho en la misma y han sido enarboladas por todos los librepensadores del mundo.
El derecho fundamental, es la libertad.
Libertad de vivir, de crecer, de soñar, de estudiar, de pensar, de creer… La lista es mucho más extensa y te invito a que la llenes con todas la libertades que entiendas propias de nuestra condición humana, adquiridas por el simple hecho de nacer.
Pero no todos podemos ejercer las mismas libertades si no partimos desde un mismo punto de arranque. No hay carrera pareja si unos inician desde más adelante que otros o con brutos championes, mientras que los demás corren en patas.
Lo bueno sería que todos arranquen desde el mismo punto de largada y en iguales condiciones, con los mismos championes. Luego, de acuerdo a las habilidades, destrezas, capacidad de esfuerzo, empeño, ere ere’a, unos llegarán antes, otros más tarde, otros más lejos, otros se quedarán en el camino. Ahí comienza (debería comenzar) la meritocracia. Pero si Juan es hijo de Don Pirulo, con A.A. hasta en el baño y auto con chofer, es muy probable que tenga (es seguro que tiene) más probabilidades de llegar más lejos que Pedro, hijo de Doña María y padre desconocido (aunque las malas lenguas dicen que Don Pirulo solía frecuentar su casa), que no tiene ni ventilador de techo y no puede ni pagarle al chofer del colectivo.
Invito a reflexionar sobre los Derechos Humanos. Porque pareciera ser que hay quienes tienen más derechos sin que sean más humanos (o, precisa y paradójicamente, disfrutan más derechos, porque son menos humanos).
(Esta nota fue publicada en Facebook el 10/12/12, conmemorando el Día de los DD HH. Me pareció interesante recordarla. O.B.)

1 comentario:

Norma Flores Allende dijo...

Este es realmente mi comentario favorito, de todos los que has hecho. Acertadísimo y con una síntesis envidiable. Tenemos un lío, un quilombo, inmenso con el tema de los DDHH. Nadie se pone de acuerdo en definirlos y delimitarlos.