domingo, 16 de junio de 2013

LA CARRERA DE PADRE.

Como previa a la carrera de padre, comencé practicando como tío. Así, cuando nació mi primera hija, ya sabía cambiar pañales (¡de los de tela!), bañarla, prepararle la comida (aunque sus variantes eran muy pocas) y hacerla dormir. Después, por esas cosas de la vida y las singularidades propias de mi propia vida, tuve más hijos. Más. Muchos más.
Además de mis hijos biológicos, como si fuesen pocos, sumé a mis hijos de corazón. Más. Muchos más.
Cuando pienso que a veces me equivoqué por tal o cual razón, aparece un hijo (o una hija, claro, se entiende) a decirme que para él (o ella) no estuve equivocado. Así que lo que para unos fue bueno, para otros puede no haberlo sido. Y viceversa.
No sé si porque mi padre murió cuando yo tenía quince años y poco después me largué a vivir solo, tomé muy en serio lo dicho por Kahlil Gibran.

“Tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma. No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo no te pertenecen.
Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, pues, ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus almas, porque ellas, viven en la casa del mañana, que no puedes visitar ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerlos semejantes a ti porque la vida no retrocede, ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual, tus hijos, como flechas vivas, son lanzados. Deja que la inclinación en tu mano de arquero sea para la felicidad”.

En el Día del padre, agradezco a mis hijos el ayudarme a aprender a serlo (¡espero terminar de aprender algún día!).Todos, están en mi corazón. Si, como dice el poeta, no puedo visitar, ni en sueños, sus casas del mañana, ellos y ellas habitan y habitarán mi casa del siempre.

¡Feliz día, hijos, por permitirme vivir el DÍA DEL PADRE!

jueves, 13 de junio de 2013

GUSTAVO PRESIDENTE

La permanente aparición en FB, y otras redes sociales, de comentarios reivindicatorios del nefasto período stroessnerista, en los que se nota la absoluta falta de interpretación de los hechos históricos y la incidencia de estos en el devenir de las sociedades, pretendiendo justificar con supuestas virtudes aparentes (ausencia de violencia civil, aparente paz, supuesto bienestar económico, etc.) el encumbramiento de la corrupción, el despotismo y la inoculación de los más perversos vicios en la matriz de la sociedad (desprecio por el estudio y la formación intelectual; valoración del prebendarismo; implementación del delito de contrabando como forma de trabajo asumido como legal; violación sistemática de los derechos inalienables de las personas, como los de pensar, disentir, analizar, entre otros muchos males), me llevó a recordar el título del libro de mi querido y lamentablemente ausente amigo, Santiago Trias Coll.
Fue precisamente con el lanzamiento de su libro que da título a esta nota, que nos conocimos en 1990. Tal como lo recuerda el sitio Portal Guaraní, ese año le entregamos a Santiago el Premio Curupayty, cuando era esa la radio dedicada a la difusión y promoción del hacer cultural del país y tenía yo el honor de ser el conductor de sus programas emblemáticos, contando para ello con el apoyo de todos y cada uno de los que hacían a la radio. Desde su Directora de entonces, Chony Calderón, hasta cada uno de los operadores.
Quienes compartimos las singulares circunstancias de la entrega de los premios ese tan especial 26 de diciembre, saben de cuántos sentimientos hacen de ese día una fecha inolvidable.
Con Santiago Trias Coll, establecimos una amistad sólida y entrañable que duró hasta su muerte, en 1996, a sus tempranos 50 años.
En cada una de nuestras tantas charlas, analizábamos, con Santiago, las tantas y cuantas virtudes que hacían de este querido Paraguay el lugar elegido para llevar adelante nuestras vidas. También, lógicamente, nos dolían visceralmente los vicios que infectaban el cuerpo social de nuestro país adoptivo (o adoptado).
Hoy, cuando veo cómo persisten algunas de las bacterias inoculadas, con la pertinaz resistencia de las especies pestilentes (como las cucarachas a los venenos), no puedo menos que recordar algunas palabras de Ricardo Caballero Aquino en el prólogo del segundo “Gustavo presidente”: “Lo que hubiera pasado si… Entre las preguntas más imbéciles con que se puede importunar a historiadores profesionales, descuella esa donde se le pide que lucubre algunas de las posibilidades si en lugar de ocurrir lo que aconteció, hubiera tenido lugar lo contrario”.
¡Cuántas páginas increíbles habría escrito Santiago en estos, también increíbles, veintipico de años!

¡Salut, inoblidable amic!

jueves, 6 de junio de 2013

¿MALDECIR ES DECIR MAL?

De ser así, hay muchos malditos. Y malditas. Muchos y muchas, ellas y ellos, todos y todas.
¿Por qué se empecinan en decir proveído (Que según la RAE es: Resolución judicial interlocutoria o de trámite) cuando lo que quieren decir es provisto?
No sé qué otra locura le agarró a un montón de ¿periodistas? que empezaron a usar un americanismo plurívoco cuando existe un término unívoco y universal en el mundo de habla hispana. Plagio, en su primera acepción y utilizada como tal desde el principio de los tiempos, se aplica a la acción y efecto de plagiar, es decir, copiar obras ajenas. No sé de dónde ni porqué, se estableció el uso para referirse al hecho de secuestrar a alguien. Sí, claro, la RAE lo aceptó. ¡Qué más le queda! La lengua es dinámica y muta, pero ¿para qué cambiar algo claro y unívoco (secuestrar es secuestrar, clara e inequívocamente) por algo confuso y plurívoco (plagio puede ser copiar la obra de otro o secuestrar)?
El pequeño revolucionario que hay en mí (o el burgués conservador, no sé) se resiste a aceptar que dé lo mismo impreso que imprimido o que se haya incorporado fritar por freír. O producí por produje. ¡Puaj!
Me maldecirán, pero evitaré mal decir.

DESPUÉS, NO NOS QUEJEMOS.

Hoy (05/06/2013) leí que un albergue que atiende las necesidades básicas de unos 50 niños indígenas (indigentes), deja de funcionar por falta de recursos.
Eso puede llegar a significar que podría ocurrir que en las calles pueda haber 50 nuevos adictos a la cola de zapatero, 50 nuevos limpiavidrios, 50 nuevos peajeros, 50 nuevos tortoleros, 50 nuevos… desamparados.
Sé que es una responsabilidad del estado y que para eso se pagan los impuestos. Todos lo sabemos. Todos decimos más o menos lo mismo. Pero, también, todos sabemos que lo que se recauda de los impuestos no siempre (¿?) llega al destino que debería llegar, quedándose, en sumas considerables, en sueldos de senadores, diputados, funcionarios múltiples, choferes, viajes, viáticos, cenas, oropeles, parafernalias y fruslerías.
Es vergonzoso enterarse de que el Congreso se dispone a gastar G. 350 millones en pines de oro que lucirán los parlamentarios en el juramento de la nueva legislatura, cuando los niños del albergue solo necesitan G. 144 millones para cubrir el rubro para alimento de un año. Vergonzoso y vergonzante.
Erradicar a la pobreza es un problema de estado.
Asistir a los pobres, es una responsabilidad de todos. Especialmente de quienes manifiestan y defienden sus confesiones religiosas inspiradas en el amor al prójimo.
Me parece excelente que se apoye a Teletón con su comilona anual. Pero, pregunto: ¿No sería matar dos pájaros de un tiro si, en vez de ir a comer como unos desaforados, se hiciesen comilonas igualitas, con los famosos, las empresas, los fotógrafos, las cámaras… y la comida se le diese a los pobres que no tienen qué comer? Hacemos todo igual, con la diferencia de que iríamos, pagaríamos por uno o dos o los platos que queramos pagar, nos tomarían las fotos, saldríamos en la tele pero, en vez de comer nosotros (que en casa no nos fala), en las mesas estarían sentados chicos de la calle, de guarderías, indígenas… ¡qué sé yo! Seguro que no habrá de faltar a quiénes invitar.

Que se cierre por falta de recursos un albergue que brindaba amparo a 50 niños, no es una injusticia. ¡Es una barbaridad!

…Y PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS, ASÍ COMO…


…Jaeggli va a perdonar a los transportistas.

El planteo del Presidente del Congreso, no es, tal como muchos piensan, una propuesta descabellada. En el mundo capitalista, es normal. Se llama moratoria y se aplica de forma directa o encubierta en infinidad de casos. El problema no es que condonen las deudas de papel. Lo complicado del caso es la instauración, una vez más, de la impunidad. Y el sostenimiento de un sistema que no sirve. Cuando se habla de “servicio público de pasajeros”, no significa, solamente que el público puede usarlo. Se denomina así, porque debería ser lo que dice: servicio público. Y, para ello, no puede estar en manos privadas. Para eso están los servicios privados de pasajero. Como los taxis, por ejemplo. Pese a lo cual, de manera incoherente, también están regulados. Y es ese jopara de público pero no tan público y privado no tan privado lo que complica la cosa.
El estado debe proveer un servicio público, con buenos colectivos, a un precio regulado, para que TODOS puedan acceder al transporte. Por otra parte, deberían habilitarse servicios diferenciados, con aire acondicionado, butacas reclinables o lo que quieran, para que el sector privado brinde otros servicios liberados de toda regulación. Que las leyes del mercado se encarguen de regular. Sé que es mucho pedir, pero sería bueno que nos saquemos de encima la sempiterna polaridad inconducente de socialismo o capitalismo. Todo a cargo del estado o nada a cargo del estado.
Volviendo a la condonación de las deudas, es probable que no haya más soluciones. También debería hacerse una moratoria tributaria y ver una negociación análoga con las deudas al IPS. NO ME GUSTA COMO SOLUCIÓN, pero, reitero, es muy probable que no haya otras.
La cuestión más seria es el después. Cómo implementar las renegociaciones. Y aquí no hay muchas opciones. Solamente con garantías reales y cláusulas punitorias claras, precisas y de ejecución sumaria. Como se hace en la sociedad más capitalista del mundo. En EE. UU. no pagás la cuota del auto y aparecen unos tipos (empresas privadas, también) que te lo levantan con una grúa y se lo llevan. Así de simple. Lo mismo con las hipotecas. No se andan con vueltas. No pagás y chau che.

¿Qué con la moratoria se benefician los pillos? Y… sí. Así es el sistema. Pero en algún momento hay que buscar soluciones drásticas. Ahora, si la cuestión es condonarles las deudas, prestarles más dinero y que paguen si quieren… ¡eso sí que no! No es difícil la solución. Lo importante es que el estado entienda que su responsabilidad es con la REPÚBLICA. La “res pública”. La cosa de todos. Que, justo este año, cumple 200 años en el Paraguay.

LA ACADEMIA.

¡Pobre Platón! Pensar que cuando la fundó en el 384 a.C., lo hizo para enseñar matemática, dialéctica y ciencias naturales. Pero, en fin. El nombre no representaba más que la recordación de un héroe legendario de la mitología griega, quien no se había destacado más que por saber pelear. Y como estaba enterrado fuera de Atenas, en un lugar adecuado para la enseñanza… (Más información: Santa Wikipedia).
No es que yo sea un tarado que no entienda que la televisión es un negocio, pero no deja de preocuparme que se diga que es “el proyecto más grande de la historia de la televisión paraguaya”. ¡Mirá que ha habido proyectos que necesitaban un poco de apoyo y nadie, jamás, les puso un guaraní!
¿Sería posible que algún día, algún distraído productor, apoyase, por ejemplo, una academia para corregir el mal escribir y, en consecuencia, el mal hablar?
Copié las primeras siete líneas de la presentación y encontré argumentos para justificar un programa como el que propongo:

“La Academia, es el primer reality show que se producirá en Paraguay. En un evento único, 20 elegidos convivirán las 24 horas del día y podrán ser observados por todo el país” ¿No deberían decir “en todo el país” y, en tal caso, por miles de personas?

“Nada quedara oculto en LA ACADEMIA.” Sé que es un acento, nada más, pero el futuro del modo indicativo de quedar es “quedará”. ¿Me explico?

“Mediante un casting a través de todo el país en donde se presentaron mas 3000 personas” (sic) Esto significa que así, tal cual, está escrito: “mas 3000 personas”. No es que sea hincha, pero… ¿Tanto cuesta escribir “más de 3.000 personas”?

Para concluir: “20 jóvenes talentosos fueron seleccionados para ingresar a la mejor escuela artística del país: LA ACADEMIA; donde serán instruidos por 4 meses.” ¿A alguien se le ocurre suponer que los meses, por sí mismos, pueden enseñar algo? Supongo, que habrán querido decir: Serán instruidos DURANTE cuatro meses por especialistas, profesionales… no sé, alguien que pueda instruir, si es que de eso se trata.


Los medios de comunicación deben sustentarse en tres pilares fundamentales: informar, entretener y educar. ¿No se podría hacer un pequeño esfuerzo para balancear algo la cosa? ¿O, al menos, ya que se gastó tanto, contratar a alguien que corrija lo que escriben? Pregunto, no más.

GUARANÍ ¿SÍ O NO?

Sí y no. Y todo lo contrario. Los idiomas nacen por necesidad, crecen por conveniencia y se mueren por falta de uso. Si aceptamos esto, el guaraní tiene vida para rato, porque se habla y se seguirá hablando naturalmente por mucha gente. Ahora, si lo quieren matar, que sigan queriéndolo imponer en la enseñanza básica. Nunca escuché a tantos jóvenes decir “¡Odio guaraní!” como cuando lo tienen que estudiar por obligación. Para estudiar, el guaraní es ríspido, complicado, inasible. Usan una gramática prestada del español que no le calza y se esfuerzan por imponer palabras que no se usan ni se usarán.
¿Enseñar en guaraní? ¡Sí, claro! Especialmente en el interior.
¿Alentar el uso del idioma? ¡Sí, claro! Desde los primeros años.
¿Involucrar el idioma con la identidad nacional? ¡Sí, claro! Y organizar concursos, debates, obras teatrales…
Pero, ¡por favor!, no intenten imponerlo por la fuerza.
HAY QUE FORTALECER EL USO DEL CASTELLANO. Esto sí que es imprescindible. Es la única manera de poder tener presencia activa en los foros de la región, negociar adecuadamente, desarrollar el sentido crítico, incorporar el pensamiento filosófico, estructurar adecuadamente el lenguaje. Luego, con un idioma culto desarrollado (y lo de culto es una referencia basada en los años de estudio, reglas y fórmulas universalmente aceptadas, etc., etc.) será más fácil estudiar el guaraní.
De igual modo que estoy convencido de que la enseñanza convencional debe adecuarse a los nuevos tiempos, sostengo con igual convicción que el idioma guaraní necesita de mucho más trabajo por parte de filólogos y expertos en áreas concurrentes como para encontrar una estructura propia, una gramática dinámica y la consecuente elaboración de materiales didácticos modernos apoyados en las TIC, desarrollo de materiales de entretenimiento, ámbitos de apoyo y promoción, y más. Mucho más.