jueves, 6 de junio de 2013

…Y PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS, ASÍ COMO…


…Jaeggli va a perdonar a los transportistas.

El planteo del Presidente del Congreso, no es, tal como muchos piensan, una propuesta descabellada. En el mundo capitalista, es normal. Se llama moratoria y se aplica de forma directa o encubierta en infinidad de casos. El problema no es que condonen las deudas de papel. Lo complicado del caso es la instauración, una vez más, de la impunidad. Y el sostenimiento de un sistema que no sirve. Cuando se habla de “servicio público de pasajeros”, no significa, solamente que el público puede usarlo. Se denomina así, porque debería ser lo que dice: servicio público. Y, para ello, no puede estar en manos privadas. Para eso están los servicios privados de pasajero. Como los taxis, por ejemplo. Pese a lo cual, de manera incoherente, también están regulados. Y es ese jopara de público pero no tan público y privado no tan privado lo que complica la cosa.
El estado debe proveer un servicio público, con buenos colectivos, a un precio regulado, para que TODOS puedan acceder al transporte. Por otra parte, deberían habilitarse servicios diferenciados, con aire acondicionado, butacas reclinables o lo que quieran, para que el sector privado brinde otros servicios liberados de toda regulación. Que las leyes del mercado se encarguen de regular. Sé que es mucho pedir, pero sería bueno que nos saquemos de encima la sempiterna polaridad inconducente de socialismo o capitalismo. Todo a cargo del estado o nada a cargo del estado.
Volviendo a la condonación de las deudas, es probable que no haya más soluciones. También debería hacerse una moratoria tributaria y ver una negociación análoga con las deudas al IPS. NO ME GUSTA COMO SOLUCIÓN, pero, reitero, es muy probable que no haya otras.
La cuestión más seria es el después. Cómo implementar las renegociaciones. Y aquí no hay muchas opciones. Solamente con garantías reales y cláusulas punitorias claras, precisas y de ejecución sumaria. Como se hace en la sociedad más capitalista del mundo. En EE. UU. no pagás la cuota del auto y aparecen unos tipos (empresas privadas, también) que te lo levantan con una grúa y se lo llevan. Así de simple. Lo mismo con las hipotecas. No se andan con vueltas. No pagás y chau che.

¿Qué con la moratoria se benefician los pillos? Y… sí. Así es el sistema. Pero en algún momento hay que buscar soluciones drásticas. Ahora, si la cuestión es condonarles las deudas, prestarles más dinero y que paguen si quieren… ¡eso sí que no! No es difícil la solución. Lo importante es que el estado entienda que su responsabilidad es con la REPÚBLICA. La “res pública”. La cosa de todos. Que, justo este año, cumple 200 años en el Paraguay.

No hay comentarios: