…Jaeggli va a perdonar a los transportistas.
El planteo del Presidente del Congreso, no es, tal como
muchos piensan, una propuesta descabellada. En el mundo capitalista, es normal.
Se llama moratoria y se aplica de forma directa o encubierta en infinidad de
casos. El problema no es que condonen las deudas de papel. Lo complicado del
caso es la instauración, una vez más, de la impunidad. Y el sostenimiento de un
sistema que no sirve. Cuando se habla de “servicio público de pasajeros”, no
significa, solamente que el público puede usarlo. Se denomina así, porque
debería ser lo que dice: servicio público. Y, para ello, no puede estar en
manos privadas. Para eso están los servicios privados de pasajero. Como los
taxis, por ejemplo. Pese a lo cual, de manera incoherente, también están
regulados. Y es ese jopara de público pero no tan público y privado no tan
privado lo que complica la cosa.
El estado debe proveer un servicio público, con buenos
colectivos, a un precio regulado, para que TODOS puedan acceder al transporte.
Por otra parte, deberían habilitarse servicios diferenciados, con aire
acondicionado, butacas reclinables o lo que quieran, para que el sector privado
brinde otros servicios liberados de toda regulación. Que las leyes del mercado
se encarguen de regular. Sé que es mucho pedir, pero sería bueno que nos
saquemos de encima la sempiterna polaridad inconducente de socialismo o
capitalismo. Todo a cargo del estado o nada a cargo del estado.
Volviendo a la condonación de las deudas, es probable que no
haya más soluciones. También debería hacerse una moratoria tributaria y ver una
negociación análoga con las deudas al IPS. NO ME GUSTA COMO SOLUCIÓN, pero,
reitero, es muy probable que no haya otras.
La cuestión más seria es el después. Cómo implementar las
renegociaciones. Y aquí no hay muchas opciones. Solamente con garantías reales
y cláusulas punitorias claras, precisas y de ejecución sumaria. Como se hace en
la sociedad más capitalista del mundo. En EE. UU. no pagás la cuota del auto y
aparecen unos tipos (empresas privadas, también) que te lo levantan con una
grúa y se lo llevan. Así de simple. Lo mismo con las hipotecas. No se andan con
vueltas. No pagás y chau che.
¿Qué con la moratoria se benefician los pillos? Y… sí. Así
es el sistema. Pero en algún momento hay que buscar soluciones drásticas. Ahora,
si la cuestión es condonarles las deudas, prestarles más dinero y que paguen si
quieren… ¡eso sí que no! No es difícil la solución. Lo importante es que el
estado entienda que su responsabilidad es con la REPÚBLICA. La “res pública”.
La cosa de todos. Que, justo este año, cumple 200 años en el Paraguay.
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