jueves, 6 de junio de 2013

¿MALDECIR ES DECIR MAL?

De ser así, hay muchos malditos. Y malditas. Muchos y muchas, ellas y ellos, todos y todas.
¿Por qué se empecinan en decir proveído (Que según la RAE es: Resolución judicial interlocutoria o de trámite) cuando lo que quieren decir es provisto?
No sé qué otra locura le agarró a un montón de ¿periodistas? que empezaron a usar un americanismo plurívoco cuando existe un término unívoco y universal en el mundo de habla hispana. Plagio, en su primera acepción y utilizada como tal desde el principio de los tiempos, se aplica a la acción y efecto de plagiar, es decir, copiar obras ajenas. No sé de dónde ni porqué, se estableció el uso para referirse al hecho de secuestrar a alguien. Sí, claro, la RAE lo aceptó. ¡Qué más le queda! La lengua es dinámica y muta, pero ¿para qué cambiar algo claro y unívoco (secuestrar es secuestrar, clara e inequívocamente) por algo confuso y plurívoco (plagio puede ser copiar la obra de otro o secuestrar)?
El pequeño revolucionario que hay en mí (o el burgués conservador, no sé) se resiste a aceptar que dé lo mismo impreso que imprimido o que se haya incorporado fritar por freír. O producí por produje. ¡Puaj!
Me maldecirán, pero evitaré mal decir.

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