jueves, 28 de marzo de 2013

KUREPI, IGUAL QUE EL PAPA

Los otros días, en un súper, cuando al oír mi número en la fiambrería di un paso al frente interponiéndome en el desplazamiento errático de una señora que, moviéndose sin mirar, me chocó, recibí de su parte una observación por no ver por dónde ella pensaba desplazarse, exponiéndola a que me choque. 

Como me enseñaron de chiquito que la mejor salida siempre es un “disculpe”, hice uso de mi aprendizaje, le dije disculpe y traté de explicarle que la que me chocó fue ella y no a la inversa. 

La señora, ofuscada, al escuchar mi argumentación más que mi acento, ya que el pobre sufre de crisis de identidad sin poder identificarse con claridad a que región hispanohablante pertenece, me amonestó con un término que, a fuerza de casi 30 años en el país, ya ni me molesta, teniendo bien claro cuándo se usa con afecto y cuándo peyorativamente.


—Kurepi, tenía que ser— dijo, mirándome peor que el quintero a la hormiga.
—Sí, kurepi como el Papa— respondí, asombrándome a mí mismo por la ocurrencia.


La pobre señora, no sabía dónde meterse para huir de las miradas admonitorias de los demás clientes, de los despachantes de la fiambrería y de la limpiadora que dejó de pasar el lampazo solo para mirarla.
Compré el jamón y el queso acompañado por las sonrisas de quienes me circundaban.
Supongo que algunos de los que escucharon habrán pensado: “¡Estos kurepas fanfarrones! Como si no fuesen suficientes Maradona y Messi… ¡ahora también el Papa!”


¡Si supiesen que no me gusta el fútbol y que el Papa…! Pero, bueno, esa es otra historia.

1 comentario:

MÉNDEZ MAZÓ presenta... dijo...

En medio de sus ambiguedades, el Papa reivindica a su ex jefa en un laboratorio, la Dra Esther Ballestrino. Ella fue una valiente dirigente paraguaya de Madres de la Plaza, cobardemente asesinada por la dictadura militar argentina. Tbn fue un cuadro del Partido Revolucionario Febrerista. Hace un par de años, me emocionó descubrir q su fotografía estaba en el museo de ECuNHi, ex ESMA, como homenaje a la horoína...